Os dejo este mensaje ahora, ya que anoche, entre el sueño etc, pues no me dejó muchas ganas para escribirlo.
Y es que serían las 3 de la mañana. Yo salí a la terraza del Parador a que me diera un poco el aire y para despejarme. El puente del Tajo se acababa de apagar. Todo estaba en silencio. Sólo se escuchaba el agua que corría por el cauce del río y algun que otro coche camino de la parte "habitable" de Ronda, la menos turística, la que está al otro lado (posiblemente volvían de dar una vuelta, estar de fiesta o vete a saber). De repente me vino un pensamiento a la cabeza. Y es que a veces, los que trabajamos de noche (o a lo mejor sólo lo pienso yo), creemos que somos "los únicos" que estamos trabajando a esas horas, y más aun cuando estás en sitios como Ronda, donde la noche cubre todo de un silencio inexpugnable. Aunque escuchando todo ese silencio, toda esa tranquilidad, pensé en todas esas personas que viven de noche, que trabajan de noche y que nos ayudan a que la vida siga funcionando, aunque cuando nos vamos a dormir pensemos que el mundo se acaba ahí. Hay muchas personas que, mientras dormimos, trabajan para que nuestro sueño no se vea turbado, o simplemente para que cuando nos levantemos por la mañana, tengamos cosas tan básica e importantes como pan recién hecho, etc. Todos ellos, policías, camareros, panaderos, médicos, servicios informáticos, teleoperadores...... o recepcionistas, por qué no.
Pero que es curioso cómo podemos pensar que cuando estamos en la cama, no queda nadie en la calle, que todo se para, y ni mucho menos. De noche hay otro mundo, otra ciudad, otro pueblo, que también vive como durante el día, pero más en silencio, para que los que vivimos de día no nos despertemos.
En fin, un mundo diurno para que podamos vivir de noche, un mundo nocturno para que podamos vivir de día
Canción del día:
Habanera - Carmen (Bizet)
