En primer lugar ha sido una Semana Mayor en blanco porque ver muchas cofradías, no he visto muchas la verdad. Entre que los primeros días, hasta el martes estuve trabajando, y que el resto de la Semana llovió, he visto poco más que las imágenes de La Caída y La Expiración en las puertas de sus respectivas Iglesias
Y para más inri, el día en el que salió una de las pocas cofradías que me interesaba ver por la ligazón que tengo hacia ella, la Hermandad del Resucitado, me tuve que volver a Córdoba para trabajar
En definitiva, una Semana Santa 2011 vacía de sonido de cornetas y tambores, pero llena de otras muchas cosas que la han hecho mucho más importantes que las demás.
En estos días, al no haber salidas procesionales, he dedicado mi tiempo, prácticamente todo, a disfrutar de la persona que en estos momentos y que espero sean muchos más, comparte conmigo no el día a día físico, pero sí el sentimental. En este sentido ha sido una Semana Santa azul, el color que representa la confianza, la estabilidad, la lealtad..... Una Semana para poder estar más tiempo juntos, para continuar profundizando en todo aquello que nos une y en lo que desconocemos. Unos días en los que, por ejemplo, he tenido la suerte de añadir a mi lista de buenas personas, de espero futuros amigos, de la mano de Vanesa, a una pareja de muy amigos suyos con los que hemos compartido un par de días de charla, de risas, de buena comida y de mejor compañía.
Por otro lado, posiblemente, al estar más centrado en ella, he dejado algo de lado a mi gente, a mis amigos, a los que desde estas líneas quiero pedir perdón y a los que, os lo prometo, muy pronto, os recompensaré por esos momentos que hemos dejado de compartir, aunque creo que entenderéis que ha sido por "una buena causa".
Por todo esto, esta Semana Santa ha sido buena y en algun sentido no tanto por el sentimiento de "abandonar" a mis amigos, aunque, repito, ellos saben que no los he abandonado. Pero no sólo por eso ha sido azul, me han sugerido este color estos 4 días algo muchísimo más intenso e importante que todo lo anterior (que no deja de serlo también). Y es que han sido días de convivencia sentimental, de pasar más tiempo del habitual juntos (a veces hasta muy altas horas de la noche), de bucear en el interior de cada uno, de charlas sobre cosas vanales y de otras muy importantes que reafirman y consolidan de manera inexpugnable una relación que avanza día a día, sin prisa pero sin pausa. Han sido unos días de risas, de charlas, de silencios, de muchos silencios no buscados pero infinitamente disfrutados, de exteriorización de sentimientos hasta ahora no revelados, de minutos que quedarán para siempre plasmados en ese álbum de oro de los recuerdos, de tardes largas en el tiempo y cortas en la percepción y de noches de plena unión, que van más allá de lo físico para adentrarse en el campo casi de lo místico y que si hubiéramos tenido oportunidad de decidirlo, jamás hubieran tenido fin. En definitiva, 4 días con sus noches correspondientes de muchísimo disfrutar y de muy poco dormir, que sea como fuere, valen la pena, merecen quitarle horas al descanso porque en ellas se ha demostrado que "esto" no es flor de un día, que es algo que se vive y se siente por ambas partes y que nos ayuda a darnos cuenta de que ahora es el momento, que estamos en el buen camino y que eso que un día elegimos, después de algunos titubeos, nos deja ante nosotros un futuro plagado de momentos por compartir y que hemos decidido querer compartir juntos para siempre, sin poner fechas límite porque los sentimientos de verdad, los que van de frente y se sienten de forma recíproca y fluyen como un torrente inacabable, para todo eso no existe fecha límite ni de caducidad, porque tenemos toda la vida por delante para descubrirlos, conocerlos, afianzarlos y disfrutarlos.
Como dije en mi anterior post, el espectáculo de nuestra vida en común no ha hecho más que comenzar y nosotros tenemos 2 entradas en primera fila sin hora de finalización de la función
En esta ocasión, quiero dedicar la canción (o canciones del día), ya que el tema habla sobre Semana Santa, al concierto ofrecido por la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza en beneficio de la Real Archicofradía del Cristo de la Yedra y Ntra. Sra. del Rosel en su VI Centenario
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