sábado, 30 de abril de 2011

NO ES UN SABADO CUALQUIERA ADIOS CORDOBA, NO ME ACORDARÉ DE TI)

Desde que me sonó el despertador, sabía que hoy no sería un sábado como los demás. Nada má levantarme y salir a la calle, ya empezó a ser diferente. La persona que me ha cambiado la vida estaba esperándome en su coche para irnos juntos a la estación de autobuses y coger el bus hacia Córdoba. Hoy era el día en que mi época cordobesa terminaba. Hoy acaban 7 meses de una etapa más de mi vida mochilera de Paradores. Una época díficil de explicar, con mucho más momentos malos que buenos, aunque los buenos han sido muy buenos.

Han habido momentos para olvidar, realmente desde el primer día yo sentía que no me gustaba la ciudad califal, de hecho, creo que no he llegado a adaptarme a esa ciudad, no la he vivido prácticamente nada. Posiblemente ha sido el periodo en el que menos me he integrado en la vida de la ciudad en la que he vivido, por muchas razones. Por otro lado, la gente de Córdoba, ya se sabe: Cordobés y hombre de bien.... No digo que así sea la generalidad, pero hay una gran mayoría, al menos los que yo he conocido (y las que yo he conocido). Buenos recuerdos de oriundos cordobeses me llevo muyyyyyy poquitos: algun momento de risas en el trabajo y poco más. Ni siquiera ese conato de relación que tuve me deja, hoy en día, nada positivo en mi vida, porque a eso no se le podía llamar relación, visto hoy por hoy desde la distancia. En el campo laboral, pues poco más hay que decir, porque es casi lo mismo, o incluso peor. Desde luego que hay gente buena en mi ya ex trabajo en Córdoba, no quisiera olvidarme de personas como mis compis de recepción Manolo, Pepe, Ana, Susana y Paco Martínez (aunque tenía sus ratos cascarrabias, la edad no perdona Paquito   jejeje). De otros departamentos no me quiero olvidar de persona muy entrañables como Flor, Consolación (a la que llamaba mi segunda mamá), David, Rafa, Ana Mari, Paco Molina y aunque no os lo creais hay más pero es que con tanta gente y con lo malo que soy pa los nombres me dejo algunos de los que no recuerdo sus nombres (lo siento, de verdad, pero vosotr@s sabeis quienes sois). En definitiva, laboralmente hablando un pequeño grupo de gente, de muy buena gente, como suele abundar en esta empresa, y seguro que si hubiera estado más tiempo habría podido conocer a algunos bastante más y esta lista se habría agrandado. A los demás, a los que no me habeis hecho mi estancia en La Arruzafa tan llevadera, no os guardo rencor, simplemente pensad que no deberíais ir así por la vida, es mejor siempre ir de frente y diciendo las cosas a la cara, pero vosotr@s mis@s (ojo, no todos a los que no he nombrado son así, los hay que no he nombrado que también se han portado bien conmigo, pero no de manera tan especial como los mencionados anteriormente). En fin, y hasta aquí me relato de la parte laboral.

Llegamos a la puerta extralaboral. En la cima, en el puesto de honor, en lo más alto, en el cielo de las personas, en ese lugar guardado para gente que aunque no vuelvas a ver en la vida, jamás olvidarás por su ayuda, su simpatía, su paciencia, su amabilidad, su aguante conmigo, por las cosas que hemos aprendido él de mi y sobre todo yo de él, por ser tan grande como persona y tener un corazón taaaaaaaaaan grande y ser un compañero como pocos podré tener a lo largo de mi vida, ese puesto es para el más "chévere", sí, para ti, Boris. Desde estas líneas, desde aquí, aunque sea en la distancia, quiero decirte MIL GRACIAS. Eres un tio como pocos quedan hoy no en España, sino que veo que en el mundo. Sólo 2 países han podido ostentar este récord conmigo, Francia y ahora Colombia, dos países representados en 2 personas que jamás olvidaré. En este caso me toca hablar de Boris, como digo un tío como deben ser los tíos, legales, honestos, de frente. Un tío con un corazón que no le cabe en el cuerpo, que se merece todo lo bueno que le pueda pasar a una persona en este mundo. De nuevo, GRACIAS BORIS, estés donde estés, sea Córdoba, Bogotá o Singapur que te vaya todo bonito, que la vida te depare todas las cosas buenas que puedas y quieras esperar y nos veamos de nuevo o no, para mí ya has entrado en ese grupo selectísimo de personas a las que aprecio y apreciaré el resto de mi vida. Aquí tienes un amigo para lo que quieras, sabes que en Baeza o en cualquier parte de España donde yo esté tienes un sitio donde quedarte el tiempo que quieras. Y sabes que tenemos pendiente ese concierto de la Sinfonica en Baeza o donde sea, al que, ya te lo digo, te pienso invitar y donde estarás a cuerpo de rey, PROMETIDO. Se que esto te lo podría haber dicho al despedirnos, pero, la verdad, es que si todo esto te lo hubiera dicho a la cara hubiera acabado llorando a lágrima viva, que yo soy de lágrima fácil para estas cosas   jeje. De todos modos, tú sabes que en ese hasta siempre que hemos tenido esta mañana había mucho más de lo que te he expresado en palabras, al menos esa ha sido mi intención. No puedo resumir de otra manera mis meses de convivencia contigo con otra palabra que no sea GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS.

Por lo demás, me acuerdo de mucha gente que, aunque no he tenido amistad con ellos, pero se que los tengo ahí y se acordarán de mi y yo de ellos cuando vaya por Córdoba, a mi peluquero, al dueño del Matahambre, a los Hermanos García, a mucha gente anónima que con su buen hacer me han ayudado a tener un día a día más ameno

En fin, que aquí acaba todo. Hoy ha finalizado una etapa más, una vivencia más, un espacio de mi vida que supongo me enriquecerá y me ayudará a ser mejor persona o, al menos, a entender un poco más el mundo en el que vivimos y a las personas de las que estamos rodeados.

Quitando a esa gente que he nombrado, a la que siempre tendré en mi mente y en un lugar privilegiado a mi compi Boris, por lo demás no puedo más que decir.....

CÓRDOBA, QUE TE COMA UN LEÓN

Y el que se pica, ajos come....

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